lunes, 14 de diciembre de 2009

Textos de Lucrecia

demasiados versos en mí


Un suspiro se esconde bajo la alfombra
se crea,
se regenera
se transmuta
en una palabra misteriosa,
dulce, celeste y caliente.
Nada oprime la oportunidad de hablar entre el cielo y el infierno dantesco,
nadie teme cumplir con el edípico sueño de Yocasta en Tebas.
Será quizá que la hebra que zurce la tela de los imposibles en la mano que escribe,
nada oprime y nada teme.
Todo aparece en lo inmediato,
en lo inesperado
en el seno dulce y cristalino de las madres.
en los sueños que desmedran las pasiones y las virginidades
en las puertas que se abren a la espera de una rosa.
Una lira.
Una línea.
Una poesía desesperada.
Una poesía increíble.
Una fantasma en la chimenea de la memoria.
Un verso en el zapato,
En la piel.
En la almohada de los amantes.
En el seibo, en la orquídea…
Un verso en los labios del primer beso.
Un verso en el aplazo y en el aplauso.
Una lira.
Una línea.
Una ínfima línea entre la vida y la muerte.
Y la última noche…una línea en la mano que escribe el epitafio final.


ABUSO DE AUSENCIA

Empieza mi día
Con caminos sin huellas.
Con lugares vacíos…

Mis pequeños pies atrapan el frío
Y beben el agua de inhumanas calles.

Soy una inexplicable niña vagabunda perdida en la ciudad…

Se ve que mi destino
se teje con el hambre y el olvido.
Se ve que el abandono me colma y me abraza hasta torturarme.

¿Es justo que estos escasos años me encuentren esperando con las manos extendidas
una moneda
que guarde un rayo de sol?

¿Es justo que siempre espere una caricia y que la ausencia se acerque para recibirme?

No tengo permitido pensar.
No tengo permitido sentir.
No tengo permitido SER.

Estoy sentada en esta acera
y la lluvia humedece mi rostro deshojado y mis lágrimas
caen
caen en la alcantarilla de la desesperanza y el olvido.

Siento dolor, un dolor cansado de sufrir, cansado de reclamar la presencia de la gente
que se aleja.
Sigo sentada en esta acera, esperando a la muerte. Esperándola.
Para reclamarle su abuso…
Un abuso de ausencia
que me condenó a vivir más de la cuenta.
“Son las palabras,
las que se perdieron en el camino,
son las palabras,
las que florecen a la vera de los campos.”

EL VIEJO OFICIO DE LLEVAR LA VIDA

EL VIEJO OFICIO DE LLEVAR LA VIDA

Es tan invisible el límite
entre el día y la noche,
como tan invisible
entre la vida y la muerte.
Es un espacio vacío
que ocupa espacio en la plataforma de la angustia.
De pronto…se presenta y busca.
En su búsqueda, encuentra
lleva,
y carga sin importar nada.
Su hombro acostumbrado,
Levanta.
¡Cuánto cuesta lo que hace!
¡Cuán rápido ejecuta!
y desaparece…

jueves, 3 de diciembre de 2009

solamente para creer...

Voy a pensar que me amaste
para imaginar
que el camino que recorriste en mi espalda
no perdió el aroma de tus besos,
voy a pensar que me amaste para creer,
otra vez
en la ilusión de tocar la misma melodía
que hoy se pierde en el recuerdo de mi soledad.
Voy a pensar que me amaste
para engañar al tiempo al corazón y a la memoria.

domingo, 4 de octubre de 2009

Caminando la vida...

Estoy aquí y puedes contar con mis palabras